Ha sido de su siglo
silenciosa testigo
RETRATOS
Cuánto es lo que nombre
Cuánto es lo que nombre de ser da su sentido
valor de inmensidad
o angostura a la muerte.
Apóloga de la renuncia
tú lo sabes,
has dado fin al sol,
al criterio mágico de lo diáfano,
al criterio mágico de la sombra.
Y también negaste al pájaro:
ese verbo infantil que vuela
en todo sitio
Felices para siempre
tu sed de eternidad,
de princesita en puntos suspensivos
hacia un castillo en cuandos...
nobleza inaccesible.
Hoy la fiebre te apresa
vigía de tu cuerpo...
tu adolescencia te exige explicaciones...
Pero he crecido ya en 43 quimeras
43 ventanas que se cierran
43 el dolor innumerable.
Ahora lindo con los náufragos
Y con los lazaretos.
Mi estar es ese límite
a donde el ser no llega
¡Un motivo! : La historia
que gira sin saberlo
como la tierra deriva
del sol y de la sombra.
Y el pájaro
-quién llora por el pájaro-
- por el pájaro lloro
por el gorjeo que ya no me refiere
sobre el vidrio del techo
asoman sus patitas
recoge algunas migas
se va y es para siempre-
“Never more” de un jilguero
que se lleva el cielo en manta azul
cuenco tibio que dio luz a la dicha
- Por que secan tus ojos-
- Porque he llorado un mes o tres
y no hubo río
ni ascendente camino de la pena
ni isla posterior que abra su cáliz
Diré preguntas.
Diré lo que me es dado decir.
Diré si es que amanece...
En vísperas de un salto
En vísperas de un salto
“alguien llora en la sombra”
Ella en su hueco ingenia
acrobacias de hielo.
Ha sido de su siglo
silenciosa testigo
dio esperanza al absurdo
nervadura al ensueño.
Santificó al ángel trunco
por amor a lo imperfecto.
En vísperas de un salto
quién repite mi nombre
calmándome en el signo
que da luz al sosiego
“Haz de tu cuna causa
en los escombros
rebeldía del derrumbe
es esta cuna humana
que siempre se principia.
y dirás otro tiempo
el sitio innominable
qué sueñan los suicidas
un día antes del fin
meticulosamente
un minuto antes del cáliz
que se burla en la copa
con la voz de los otros
Los que dieron a Sócrates
su elixir de cicuta,
o inventaron los cuervos
que robaron a Vincent
y dirás en tu réquiem
la cúpula infinita
de este cielo en hondura.
Es que existe infinito
sin cálculo, ni hipótesis
no lo hieren memorias
ni admonitorios preámbulos
la cuna en los escombros
otra vez será luz.
nadie podrá negar
esta nueva estatura.
He soñado muros
He soñado muros, piedra contra piedra
apiñándose en caída, atrás las llamas.
La muerte y la lujuria de hacerse realidad
Has dado fruto hábil Dios de la infamia.
Hoy la tierra es sólo una granada.
Ayer fluyente diáfana
grávida y aérea en sus pliegues de cuna.
Hoy una ácida furia en los confines
de la anterior ternura.
Cada respiración es un niño en su ángel
un vientre en su clausura
un anciano en sus huesos
Y he soñando bien como se sueña
cuando toca fondo al pecho la angostura
Y de ojos abiertos el humano
mira su propia lápida y su origen
He soñado en vigilia un sueño que no es mío.
Apártalo de mí
pobre dios sin naciente
es demasiado amargo
el cáliz que ahora bebo.