Niña Niña Monstruo
Subías hacia el centro cercana a tu hermosura
la mascara caía y el bálsamo herrumbroso
te daba niña monstruo el vuelo del murciélago
La utopía de ser la misma y la negada.
Volar en el desierto de una noche doliente.
Un pecho abierto al trueno.
El goce del relámpago
que los mortales temen
daba cielo a tu angustia.
Liberada por fin de la luz y el destino
desenredaste a Dios de tu existencia.
Primer Sueño
Bajaste por el templo subterráneo
En los círculos de los nueve infiernos.
El centro de la hondura ... un corazón oscuro
El inmortal miraba el porvenir sin gracia
¿Donde va tanto horror?
¿Donde lo irrepetible de una fibra quebrada?
El inmortal miró con templada tristeza
su ventanal que daba al jardín de los actos
recortado tablero de ajedrez sucesivo
Allí los saltimbanquis. hacían sus proezas,
_El perfecto jardín de las delicias_ dijo
_Una cuajada ley determina sus saltos.
Mediocridad del mal eso es el daño.
Como una ostra enamorada de su perla
el verdadero mal se nutre de si mismo.
Que éramos la sombra de una luz que proyecta
La silueta monstruosa no fue así
Eso es solo dolencia de la luz
ceguera de lo diáfano y por este motivo:
Hoy los Ángeles no pueden ver las estrellas.
Ultimo sueño
Leyes estrictas para vampiros rebeldes
Somos un pensamiento, un deseo tanático,
oprimen nuestro ser los límites del cuerpo
El deseo rebota sin reflejo en nuestra piel
como el mercurio frió del espejo
nos han dado la sed pero no la bebida
nos han dicho pensar pero fuera del curso.
Ni una letra escrita dejar será posible
Los hijos de Lilith son henderos
de una visión precisa y simultánea.
Llevamos en el alma extirpada y bullente
El sentido de nombrar
hermanado al silencio
Así hablaron los Demonios
que negaron a Lilith
los emisarios del Dios que no se nombra.
Pobre hacedor de puentes de confusión
Y tierras cercadas por desiertos
con suaves espejismos,
Dios medroso que quiso
semejarse a lo humano.
El que aprendió la envidia
y la enseñó a Caín
su verdadero hijo predilecto
Dios amedrentado
que confundió el idioma
de aquellos supieron
hablar la misma lengua,
Y se burló del hijo
relatándole un cuento tan letal
que imaginó más bello que la vida.